En la edición del año pasado, así como lo fuera en un inicio, el alma de la festividad sigue siendo la mujer, pues la mayoría de las familias que hoy exponen en la semana cultural del maíz, son madres de familia originarias de nuestro pueblo, incluso tenemos algunos casos donde la abuela se encuentra preparando los alimentos, hijas e hijos atendiendo a nuestros visitantes y los nietos ayudando en todo, trabajando todos juntos, ayudando en la economía familiar al tiempo de heredar esta bonita festividad tradicional.